Brno

Brno es una de las ciudades más bellas que ver en República Checa.

Su catedral de San Pedro y San Pablo se erige en el centro de su casco histórico, recordando que fue la única ciudad centroeuropea que sobrevivió al embate de las fuerzas suecas durante la Guerra de los Treinta Años, en pleno siglo XVII.

La segunda ciudad – en cuanto a población – de República Checa, fue aún más esplendorosa durante los siglos XVIII y XIX, cuando la industria textil la enriqueció y atrajo a los grandes arquitectos de toda Europa. Los mismos que habían creado la Viena imperial moldearon las calles de Brno.

Las Guerras Mundiales y la larga y oscura época comunista ensombrecieron su brillo, pero hoy en día sigue conservando parte de su magia, que ha sido aumentada por las decenas de miles de estudiantes que pueblan sus universidades. El mayor centro universitario de República Checa transfiere a Brno una gran vida cultural y nocturna.
No dejes de tomarte unas buenas cervezas checas en Brno.


Catedral de San Pedro y San Pablo